Gal Gadot salió a aclarar sus recientes argumentos sobre el fracaso de Blancanieves, luego de que en una entrevista con The Jerusalem Post señalara que la película había sido “mayormente afectada” por la presión hacia las celebridades para que se pronunciaran contra Israel tras los ataques del 7 de octubre de 2023. La película, que debutó en marzo con una taquilla decepcionante y cerró su recorrido global el 30 de mayo con 205 millones de dólares recaudados, terminó representando una pérdida de 115 millones de dólares para Disney.
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En un mensaje en sus Historias de Instagram, Gadot aclaró:
"Me sentí honrada de unirme a una entrevista extraordinaria con entrevistadores inspiradores, cuyas preguntas van directamente al corazón. A veces respondemos a las preguntas desde un lugar emocional".
"Cuando la película salió, sentí que aquellos que están en contra de Israel me criticaron de una manera muy personal, casi visceral".
"Me vieron ante todo como una israelí, no como una actriz. Esa es la perspectiva desde la que hablé cuando respondí a la pregunta".
"Por supuesto, la película no fracasó únicamente por presiones externas. Hay muchos factores que determinan por qué una película tiene éxito o fracasa, y el éxito nunca está garantizado".
Además de las críticas hacia la postura política de Gadot, la película enfrentó múltiples controversias: desde el rechazo a que Rachel Zegler, de ascendencia colombiana, interpretara a la princesa, hasta las críticas de Peter Dinklage sobre la representación de los enanos. También pesaron los boicots por la participación militar de Gadot en Israel y las declaraciones de Zegler en redes sociales con un “Palestina libre”.
Internamente, también hubo decisiones cuestionadas. Disney optó por no realizar una premiere tradicional con alfombra roja, limitando la exposición mediática. A pesar de ello, Gadot negó cualquier fricción con Zegler y en su entrevista declaró:
“Incluso disfruté trabajando con Rachel Zegler. Nos reímos, hablamos y fue divertido. Estaba segura de que esta película iba a ser un gran éxito”.
Aunque el fracaso en taquilla ya está sellado, la conversación alrededor de Blancanieves sigue activa. Con una pérdida millonaria y una carga de polémicas externas e internas, el caso se perfila como un ejemplo de cómo las películas de Disney se ven afectadas no solo por su contenido, sino también por el contexto político y social en el que se estrenan.