Sneaky Pete no solo es una serie criminal con tintes de thriller: es la visión invertida del universo Breaking Bad, según su propio cocreador Bryan Cranston. “Es sobre un mal tipo que descubre razones para volverse bueno”, explicó en una entrevista. No sorprende que, con esa premisa, la historia esté conquistando al público desde que aterrizó en Netflix, colándose rápidamente en el top 10.
El personaje central, Marius Josipovic, interpretado por Giovanni Ribisi, es todo lo contrario a Walter White. Marius es un estafador profesional que, al salir de la cárcel, roba la identidad de su compañero de celda, Pete, para escapar de sus propios enemigos. Pero lo que parecía una jugada ingeniosa pronto se convierte en una trampa emocional y moral.
La familia que lo recibe no es tan ingenua como parece: manejan un negocio de préstamos que roza lo criminal. Marius se debate constantemente entre seguir manipulándolos o encontrar una forma de redención. La aparición del personaje de Vance, un mafioso interpretado por Cranston, lleva la tensión al límite, en especial cuando este secuestra al hermano de Marius, complicando aún más su ya frágil situación.
Lo fascinante de Sneaky Pete es cómo juega con la dualidad del personaje principal. Cada episodio presenta nuevos dilemas éticos, giros inesperados y peligros reales, todo envuelto en una atmósfera de tensión constante. La serie fue originalmente producida por Amazon, pero ahora encuentra un nuevo público en Netflix.
Cranston no solo produjo la serie, sino que fue quien la ideó a partir de un apodo personal mencionado en un discurso de los Emmy. Si alguna vez te preguntaste qué pasaría si un estafador intentara hacer lo correcto (sin volverse un capo de la droga), Sneaky Pete es la respuesta.