Tom Cruise ha decidido rechazar el honor que el Kennedy Center planeaba otorgarle este 2025, un premio impulsado directamente por la administración de Donald Trump. La noticia, confirmada por fuentes internas y publicada por medios, revela que el actor argumentó “conflictos de agenda” para declinar la invitación. Sin embargo, actualmente no tiene ningún compromiso de rodaje o pre-producción en desarrollo.
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El evento contaba con figuras como George Strait, Sylvester Stallone, Gloria Gaynor, Michael Crawford y el grupo de rock Kiss. Sin embargo, la falta del actor podría eclipsar parte de la cobertura mediática prevista, obligando a Trump y a la organización a recalibrar la narrativa. La situación se ve aún más compleja porque algunos de los homenajeados, como Gloria Gaynor, ya han recibido peticiones públicas para rechazar el premio, en un clima de polarización.
Históricamente, los Kennedy Center Honors han sido escenario de tensiones similares. Durante la administración Trump, Norman Lear evitó la gala de la Casa Blanca, y en 2009, Mel Brooks rechazó el honor bajo George W. Bush. Ahora, la renuncia de Cruise reaviva el debate sobre si estos galardones han perdido su neutralidad cultural para convertirse en instrumentos de legitimación política.
En el corto plazo, la imagen pública de Cruise podría fortalecerse entre quienes valoran su aparente independencia frente a figuras políticas, mientras que Trump podría capitalizar la controversia para reforzar su narrativa contra Hollywood y sus “élites woke”. Lo cierto es que, más allá de la versión oficial, el gesto ha dejado una huella política que probablemente seguirá resonando mucho después de la ceremonia.
