Keanu Reeves ha expresado su desaprobación ante el creciente uso de la inteligencia artificial (IA) y la tecnología deepfake. Durante una entrevista en el programa Today, Reeves calificó estas prácticas como “no particularmente agradables”, haciendo énfasis en cómo los videos e imágenes falsos circulan ampliamente, afectando tanto su imagen como la de su pareja, Alexandra Grant.
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El actor de 61 años relató que, aunque estaba al tanto de la existencia de estas creaciones digitales, nunca había visto personalmente los clips hasta que se los mostraron en el programa. “Nos encontramos en esa realidad… No es muy divertido”, comentó Reeves, destacando la frustración que genera la vinculación de su imagen con situaciones o productos falsos. Grant, por su parte, ya había tenido que desmentir públicamente rumores sobre un supuesto matrimonio, alimentados por contenidos manipulados por IA.
Reeves subrayó que el verdadero problema de los deepfakes reside en la pérdida de autonomía del artista. Comparó esta tecnología con la edición cinematográfica tradicional, donde el actor sigue siendo parte del proceso creativo.
“Cuando entregas una actuación en una película, entiendes que habrá edición, pero tú eres parte de ese proceso. Si te aventuras en el territorio de los deepfakes, carece de cualquiera de tus perspectivas. Eso es alarmante”, señaló.
El actor incluso recordó un incidente ocurrido a finales de los 90 o principios de los 2000, en el que se alteró digitalmente una de sus actuaciones añadiéndole una lágrima. Reeves confesó sentirse desconcertado: “Ni siquiera tengo que estar aquí”. Estas experiencias lo han llevado a incluir cláusulas de protección contra la IA en sus contratos, buscando preservar su derecho a controlar cómo se usa su imagen y actuaciones.
Más allá de lo personal, Reeves destacó los efectos más amplios de la inteligencia artificial sobre la sociedad. “Será fascinante observar cómo la humanidad navega por estas tecnologías. Están teniendo profundos efectos culturales y sociológicos, y la especie está bajo escrutinio. Ahora hay una abundancia de 'datos' sobre comportamientos”, afirmó. Con estas declaraciones, el actor se suma a un debate global sobre ética, privacidad y el futuro del entretenimiento frente a la tecnología.