Pasaron 23 años del estreno de la primera Exterminio (2002), aquella celebrada y tan inolvidable película de zombis. La misma inauguraba una nueva era para estas criaturas en la pantalla grande: ya no eran lentas ni tan fáciles de engañar. En la mente de Alex Garland (Guerra civil, Tiempo de guerra), guionista del film, eran feroces, voraces y, a partir de este título, rápidas. Y para la secuela (porque eliminaron de la franquicia a Exterminio 2), también son inteligentes. Pero eso no es todo y junto a Danny Boyle, director de la primera entrega, tienen mucho para contar de esta historia en la trilogía que acaba de comenzar.
Exterminio: La evolución le hace honor a lo que veremos en las casi dos horas de metraje. El exterminio de la humanidad, a causa del virus de la rabia, se controló en Reino unido, que permaneció aislada del resto del mundo. Pero todo lo que quedó allí, el mal que afecta a los humanos, evolucionó en algo peor. Sin embargo, hay grupos de sobrevivientes que están esparcidos en todas partes de Inglaterra y la película nos pone en el centro de Holy Island, una comunidad que habita en una pequeña isla para todo aquel que quiera vivir bajo sus reglas y condiciones.
La historia está protagonizada por Jamie (Aaron Taylor-Johnson), Spike (Alfie Williams) e Isla (Jodie Comer), una familia con algunos problemas internos: ella sufre una enfermedad que afecta su cabeza con dolores profundos y varias pérdidas de memoria, mientras que Jamie queda como el sostén familiar. Sin embargo, está a un día de llevar a Spike a una especie de ritual donde deberá cazar los primeros infectados. Él tiene 12 años. Para eso tiene que salir de la isla junto a su padre, pisar continente (luego de pasar un largo puente que, en muchos momentos del día, está bajo el agua) siempre y cuando estén de acuerdo con la única condición: nadie irá a rescatarlos en caso de no regresar. Allí afuera están los infectados.
28 Years Later no es una continuación directa. Aquí no se trata de Jim (Cillian Murphy en la primera película) de regreso para contar como siguió su historia, sino que es un reinicio o la inauguración de una trilogía ambientada en este mundo. Los temas son otros: mientras que Exterminio abordaba el caos social y que la respuesta de la humanidad radicaba en más violencia para solucionar la invasión de infactados, Exterminio 2 aborda esa violencia como un uso más natural de la humanidad, incluso en defensa de este enemigo que llegó para quedarse. Pero más allá de eso, se involucra conceptualmente en la valoración de la vida y de la muerte, en la aceptación de esta última, quizá con caminos bastaste oscuros. Y en espejo, compara la vida que todavía tiene el resto del mundo que en vez de evolucionar, pierde algunos casilleros.
El que trae los conceptos nuevos, o por lo menos el que mejor los representa es Ralph Fiennes con su Dr. Kelson, un personaje que se menciona casi como Voldemort, como alguien que no debe ser traido a ninguna conversación. Pero en este caso, por causas más... nobles. Profundizar en su personaje, revelaría gran parte de la trama, pero parte de su nombre ya da algunas pistas. Su entrada, incluso, tiene mucho que ver con el título de la próxima película: El templo de huesos.
Es para celebrar lo que lograron Danny Boyle y Alex Garland. Director y guionista se volvieron a juntar para marca otra vez un precedente en el género, el uso de recursos propios del terror resignificados en una especie de película de supervivencia donde la ciencia, la vida y la muerte se entremezclan en varias aventuras excelentemente lideradas por Alfie Williams, con un futuro enorme en la actuación.
No es una película de terror, pero en varias oportunidades, muchos se taparán los ojos. No es una film de supervivencia o un drama postapocalíptico, pero si te hace pensar sobre el futuro de la humanidad y el valor de estar aquí y ahora, vivos, viendo esta película o leyendo este texto. Exterminio: La evolución es, posiblemente, la película más potente en historia y mensaje de este año, pero todavía faltan seis meses para asegurar eso.