El último episodio de En el barro en Netflix confirmó que el universo de El Marginal sigue reinventándose con giros cada vez más oscuros.
SPOILERS A CONTINUACIÓN DE EN EL BARRO
La gran revelación fue el derrumbe de Cecilia Moranzón, destapando la red de tráfico de bebés que dirigía junto a Soriano. Lo que parecía un triunfo para Gladys, se convirtió en el inicio de una nueva pesadilla que pone en duda si alguna vez alcanzará la libertad.
El pacto con Sergio Antín permitió a Gladys entregar pruebas contundentes que no solo enviaron a prisión a Moranzón y al médico, sino que también desvelaron que hasta guardias como Alan Rosetti habían sido producto de adopciones fraudulentas. Este golpe de efecto transformó a Antín en el nuevo director de La Quebrada, abriendo un nuevo ciclo de poder dentro del penal.
Las historias secundarias no se quedaron atrás: Marina Delorsi salió finalmente absuelta, Yael Rubial tomó la difícil decisión de dejar ir a su hija y La Zurda volvió a mostrar que la venganza es la moneda de cambio en la prisión. En paralelo, Amparo “La Gallega” Vilches intentó recuperar su control a través de un brutal enfrentamiento con Gladys, lo que desató la escena más comentada del final.
En una secuencia ambigua y cargada de tensión, Gladys atacó a La Gallega en plena cena, dejando a todas las internas como testigos. El cierre abierto no deja claro si la mató o si simplemente la redujo, pero sí confirma que Gladys ha cruzado un límite que hará imposible un regreso sencillo a la vida fuera de la cárcel. Su mirada final, entre resignación y poder, es el verdadero enigma que Netflix dejó a los espectadores.
En el barro ha dejado claro que en La Quebrada no existe una salida fácil: la verdadera lucha no es por la libertad, sino por sobrevivir al precio del poder.